
EL POETA Y LA FLOR
Florece el amor del poeta
dentro de su corazón,
el pecho se llena de emoción;
no se detiene en el tiempo
buscando su flor primorosa.
Todo lo que busca a su alrededor
es una musa para su corazón,
que le invada el pensamiento de alegría,
y sentir la armonía de su perfumada flor .
Siente con gozo el espíritu de felicidad,
es la musa del amor, que ha venido
convertida en versos, a colmarlo de ternura,
y su mente de amor y tranquilidad.
Siente su cuerpo arder de pasión
al posar sus labios, henchido de ardor,
todo es hermoso, todo es divino,
ellos se unen: El poeta y la flor.
Así el poeta escribe bellas melodías
convertidas en versos, a su flor tierna
de su mente y corazón, su musa
inspiración de amor y luz divina.
MARIA CEDEÑO
Florece el amor del poeta
dentro de su corazón,
el pecho se llena de emoción;
no se detiene en el tiempo
buscando su flor primorosa.
Todo lo que busca a su alrededor
es una musa para su corazón,
que le invada el pensamiento de alegría,
y sentir la armonía de su perfumada flor .
Siente con gozo el espíritu de felicidad,
es la musa del amor, que ha venido
convertida en versos, a colmarlo de ternura,
y su mente de amor y tranquilidad.
Siente su cuerpo arder de pasión
al posar sus labios, henchido de ardor,
todo es hermoso, todo es divino,
ellos se unen: El poeta y la flor.
Así el poeta escribe bellas melodías
convertidas en versos, a su flor tierna
de su mente y corazón, su musa
inspiración de amor y luz divina.
MARIA CEDEÑO