Si algún día vuelves a pensar en mí,
recuérdame sin tristeza, ni
melancolía,
sino vestida de ilusiones, tratando de
secar las lágrimas del alma,
mira los colores del atardecer y la
fosforescencia del sol.
Busca entre aquellos sueños, palabras
y besos de amor,
más no pregunte porque no pudo ser.
Y cuando una estrella en el cielo vea,
no olvide que una noche pudiste
tocarla,
porque ahora es como una estrella
fugaz,
que se desvanece en el firmamento.
Solo piensa que valió la pena,
vivir una
historia de amor.