viernes, 4 de marzo de 2011

NOSTALGIA

 
 
Le consuela el brillo de las estrellas
y la luna que con su luz resplandece
bañada en lágrimas sus ojos,
por el recuerdo amargo de ese amor
que nunca pudo ser.

Dolor encadenado vive dentro de su alma
tratando de olvidar el olor de su perfume,
ese olor que quedo impregnado para siempre
dentro de su ser.

Más embriagado por el licor y el sabor amargo
de sus lagrimas, reza una oración, pidiendo clemencia
y olvido para no perder la razón.

Ante la indiferencia de ese amor prohibido
se abraza a la luna con su rutilante luz,
Para soñar esos días vividos de un corazón
que para siempre se adueño.

MARIA CEDEÑO