domingo, 20 de enero de 2013

SENTIRES (DUETO)




Quiero, dejar de sentir lo que siento
a veces en el dolor de mis sentimientos
digo cosas que pueden lastimar, y me
arrepiento luego que el daño está hecho
quiero que mi despedida, sean las grandes
alas con las que tú puedas volar..

Lobo Gris


Sentimiento que duelen, por haber amado
una falsa ilusión, lacerando mi corazón.
Por palabras falsas que si hicieron daños
y mi despedida será en grande porque volares
 otros mares, otros océanos, 
donde tú no me puedas alcanzar.

Maria Cedeño

lunes, 14 de enero de 2013

ALBA DEL OLVIDO(1912)




Ha de pasar la vida. Ha de llegar la muerte.
He de quedar tendida bajo la tierra, inerte,
insensible, callada, como estatua de cera
que al romperse en pedazos abandonada fuera.
Ya sin brillo los ojos que te siguen ahora
con miradas que besan y  besos que te imploran,
y muy quieta la inquieta ambición de caminos
que embriagada me tiene como mágico vino…
Ha de pasar la vida. Ha de llegar el largo
dolor de estar sin verte. Acaso el grito amargo
de tu angustia la tierra estremezca un momento..
Mas, después, poco a poco callará tu lamento.
Y de nuevo otro paso, no mi paso ligero,
a compás con el tuyo cruzará los senderos,
y otro labio —¡no el mío!— te dirá que la vida
es hermosa: “…La rama que se da florecida,
el temblor del lucero, y la nube, y el canto,
alegría te enseñan… Es inútil el llanto…!”
Y una vez más el viento jugará con tu risa,
y miel pura en tu boca otra boca sumisa
dejará bienamado, mientras rueda el estío…!
Y tal vez cuando lleguen esos días sombríos,
en que llora la lluvia su dolor lentamente,
y en las sombras el paso del misterio se siente,
surgiré en tu recuerdo con aquella encantada
vaguedad de las cosas hace tiempo olvidadas,
que retornan a veces en la luna de oro,
en lo triste de un verso, en el eco sonoro
de un arroyo que pasa… Y dirás: “¿Cómo era
la mujer que yo quise una azul primavera
en que estaban los campos aromados y llenos
de rumores festivos bajo el cielo sereno…?
¿Eran claros sus ojos? ¿Me embriagó su dulzura?
¿Sus cabellos… tenían de las mieses maduras
el color milagroso? ¿Era leve su mano?
¿Sonreía? ¿Lloraba?…”. ¡Y tu afán será vano!
La mujer que quisiste una azul primavera
y cruzó de tu brazo por caminos y eras,
volverá a ti sin llanto, ni color, ni sonrisa
—como un poco de bruma que deshace la brisa
sobre el río cansado—, imprecisa, distante,
como estrella que rueda temblorosa un instante
y se pierde en la noche… ¡Y ya nunca sabrás
si me hallaste en la vida o en un sueño no más!
Meira Delmar

martes, 1 de enero de 2013

MI LUZ




Soy como la luciernaga a donde voy brillo
la verdad soy autentica, no tengo que imitar a nadie,
y mientra mi vela no se apague, seguire  por la gracia
hacia mi camino trazado